Turquesa
La turquesa tiene un sistema cristalino triclínico y una dureza de 5 a 6 en la escala de Mohs. Es opaca y tiene un brillo ceroso. Su color puede variar desde el azul cielo hasta la verde manzana, dependiendo de la cantidad de cobre y hierro que contenga
Se encuentra en varios lugares del mundo, como África, Asia, Europa y América. Algunos de los principales productores son Irán, Estados Unidos, México y Turquía.
La turquesa tiene muchas propiedades, tanto físicas como mentales y espirituales. Es una piedra que simboliza la protección, la suerte y la amistad. Se relaciona con el chakra de la garganta, que favorece la comunicación, la creatividad y la expresión
También tiene beneficios para la salud física y mental, como aliviar el estrés, el dolor, las inflamaciones, las infecciones y las alergias.
La turquesa es una piedra muy poderosa y protectora que se puede usar en joyería, meditación, yoga o simplemente como decoración. Se dice que atrae la energía positiva y bloquea las negativas.
Consejos para cuidar para tu Turquesa
Evita exponer la piedra a la luz solar y a altas temperaturas ya que puede perder su color.
Evita usar productos químicos para limpiarla. Basta con utilizar agua tibia y un jabón suave y sécala con un paño suave.
Recargar su energía colocándola bajo la luz de la luna llena o cerca de otras Piedras como el cuarzo o la amatista.
Limpia y carga su energía al menos una vez al mes para mantener sus propiedades.