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Larimar

El Larimar es una piedra de color azul que tiene propiedades curativas, metafísicas y espirituales.

El Larimar es una de las piedras elementales del agua, pero nace del fuego en sus orígenes volcánicos. Una de las pocas piedras que equilibra las polaridades de estas energías, Larimar enfría los temperamentos y calma los miedos, alivia el estrés y nutre los cuerpos físico y emocional. Es poderoso en la meditación y es especialmente útil para liberar los lazos emocionales, los patrones o los principios que ya no sirven al bien mayor. Es una piedra de comunicación, que proporciona la fuerza y el valor necesarios para hablar abiertamente desde el corazón.

Larimar es una herramienta perfecta para cualquiera que tenga dificultades para controlar sus emociones y comunicar cómo se siente realmente. Esta piedra activa y desbloquea el chakra de la garganta y obliga a abrirse a los seres queridos que nos rodean y a discutir los problemas que se puedan tener. Esta piedra te ayudará a mantener tu mente en un estado de calma y permitirá que surjan las verdaderas emociones del corazón. Cuando uno es capaz de hablar de las dificultades que enfrenta, pronto se dará cuenta de que hay una solución.

Larimar es un poderoso limpiador y sanador emocional, especialmente para las fobias, los ataques de pánico, los desequilibrios relacionados con el estrés y el exceso de ira o miedo. Ayuda a romper las paredes que uno ha construido alrededor del corazón para defenderse, y permite la liberación emocional y la limpieza de patrones emocionales profundos. También ayuda a ver el punto de vista de otra persona o a entender un problema desde otra perspectiva

Consejos para cuidar para tu Larimar

Evita el contacto con productos químicos y limpiadores agresivos, ya que la piedra puede ser destruida por el ácido mineral.

No exponer el Larimar frecuentemente al sol o al calor intenso ya que esto hace que pierda color.

Basta con utilizar agua tibia y un jabón suave y sécala con un paño suave.

Antes de guardar la piedra, asegúrate de haber retirado todos los residuos del jabón.

Cargar el Larimar colocándolo sobre una drusa de amatista o bajo la luz de la luna llena.

Larimar